¿Cómo saber que tipo de piel tengo? El primer paso para tu skincare

¿Cómo saber que tipo de piel tengo? El primer paso para tu skincare

Es la pregunta típica que todos nos hacemos alguna vez en la vida, coincidentemente antes de comenzar a usar algún producto. Vemos y tratamos de adivinar y lamentablemente no siempre damos con el profesional adecuado que nos oriente en ese aprendizaje de las características de nuestra piel.


La clasificación que se conoce y se usa masivamente la creó Helena Rubinstein hace ya casi 100 años atrás, y por lo que ha avanzado la dermatología y la ciencia cosmética, se ha quedado atrás sin poder resolver los problemas que cada piel tiene. 


Antes siquiera de comenzar con la elección de los productos tenemos que conocer qué tipo de piel tenemos, así que ahora te daremos las claves para saberlo y que de ese modo, puedas conocerla mejor y darle lo que necesita.



Los 5 factores clave para observar


Producción sebácea: se refiere a la capacidad de nuestra piel de producir sebo. Éste puede ser insuficiente, de producción adecuada o en exceso. De aquí es de donde nacen los tipos de piel seca, mixta, normal y grasa. Pero eso no es todo.


Hidratación: necesitamos saber si la piel está hidratada o deshidratada. Una piel hidratada se siente elástica y se ve brillante. Una piel deshidratada se nota con escamas en su superficie y si la presionas, no vuelve a su lugar de inmediato.


Sensibilidad: como te contamos en artículos anteriores, la sensibilidad se refiere a cuán perceptiva es nuestra piel ante estímulos externos como calor, emociones, estrés. Presenta rojeces y/o telangiectasias. Además, puede ser irritable ante el uso de cosméticos.


Pigmentación: saber si nuestra piel tiene problemas de pigmentación es un punto que nos ayudará a determinar si nuestra rutina necesita de despigmentantes. Aquí no solo nos referimos a manchas de la piel, sino que también es necesario revisar lunares y marcas. 


Firmeza: se refiere a la capacidad de la piel de mostrar elasticidad. De volver a su sitio si la presionas o pellizcas. Y nos indica además, el daño solar que hemos recibido y si estamos experimentando envejecimiento prematuro, con signos como la flacidez y la presencia de arrugas. Pero atentx! Las arrugas no aparecen sólo como signo de envejecimiento, las primeras arrugas aparecen por deshidratación de la piel. Las arrugas de envejecimiento las notarás más como líneas de expresión en zonas como frente, ojos y la hendidura progresiva del surco nasogeniano.



¡Manos a la obra!


Ya con todos estos factores, podremos saber cómo es nuestra piel: nos miraremos al espejo con cara lavada y veremos si nuestra secreción sebácea es muy baja (piel seca), si sólo aparece en la zona T (frente y nariz= mixta) o si toda la piel de nuestro rostro muestra mucho sebo (grasa).

Pero aparte de eso, observaremos si está con escamas o pequeñas líneas como arruguitas (deshidratada), o si está brillante y más lisa (hidratada). 

Nos fijaremos si tenemos rojeces o capilares dilatados y recordaremos si las rojeces son constantes o aparecen al hacer ejercicio, al pasar por emociones fuertes o exponernos al clima extremo. Si es si a todo, tu piel es sensible. Si no, eres bendito con una piel resistente.


Revisaremos las manchas: descartamos lunares y pecas (si éstas son de nacimiento) y nos enfocaremos en manchas bajo los ojos, en aquellas en la nariz o sobre el bigote y también contaremos aquellas que nos produce el acné.


Y finalmente, veremos si tenemos arrugas o no, y si nuestra piel se devuelve de inmediato cuando la pellizcamos suavemente. Así identificarás tu elasticidad.


Entonces, una piel no es solamente grasa o seca. Puede ser una piel seca sensible hidratada pigmentada y firme, o puede ser una piel grasa sensible deshidratada no pigmentada con pérdida de firmeza


16 tipos de piel


Según la dermatóloga Leslie Baumann, creadora de la nueva clasificación de piel, existen 16 tipos de piel, revisando estos factores. 


  1. Seca Sensible Pigmentada Firme
  2. Seca Sensible No Pigmentada Firme
  3. Seca Sensible Pigmentada Propensa A Arrugas
  4. Seca Sensible No Pigmentada Con Tendencia A Arrugas
  5. Grasa Sensible Pigmentada Firme
  6. Grasa Sensible No Pigmentada Firme
  7. Grasa Sensible Pigmentada Propensa A Arrugas
  8. Grasa Sensible No Pigmentada Con Tendencia A Arrugas
  9. Grasa Resistente Pigmentada Firme
  10. Grasa Resistente No Pigmentada Firme
  11. Grasa Resistente Pigmentada Con Tendencia A Arrugas
  12. Grasa Resistente No Pigmentada Con Tendencia A Arrugas
  13. Seca Resistente Pigmentada Firme
  14. Seca Resistente No Pigmentada Firme
  15. Seca Resistente Pigmentada Con Tendencia A Arrugas
  16. Seca Resistente No Pigmentada Con Tendencia A Arrugas

Esto es lo que hace a nuestra piel especial. Y saber tu tipo real es lo que te ayudará a elegir los mejores productos para tu piel, porque sabrás reconocer las necesidades de ella, y darle justo lo que necesita y te pide. 


Es muy importante además que sepas que los tipos de piel son cambiantes: no tendrás la misma piel desde la adolescencia a la menopausia ni a la vejez. Incluso, es posible que tu piel cambie en el embarazo, o por los viajes, por tomar algún medicamento, etc.


Piel seca


La piel seca al producir baja cantidad de sebo, o sebo de baja calidad o riqueza en las grasas esenciales (colesterol, ceramidas, ácidos grasos, escualeno), tiende a deshidratarse más rápido. Pero no solo eso, a veces suele tener bajos niveles de ácido hialurónico, filagrinas y factor de humectación natural, que hacen que la piel se deshidrate más rápido, o que vea alterada su función barrera, siendo más sensible a alergias o incidencias del medio ambiente. No siempre es así, existiendo también pieles secas resistentes.


Debemos cuidar que en nuestros productos no existan ingredientes que puedan causar debilitamiento de la barrera cutánea, surfactantes agresivos, alcohol en mucha cantidad, o algunos alérgenos / potenciales comedogénicos como el aceite de palta o de coco, o la lanolina y enfocarnos en suplir las materias primas que nos faltan, como ácido hialurónico, proteínas, aminoácidos, colesterol, ceramidas, escualeno e ingredientes calmantes si además nuestra piel es sensible.


Piel grasa


Se caracteriza por una secreción sebácea normal a alta y puede ser una piel sensible o resistente. Una piel grasa resistente no suele tener acné, y puede usar principios activos que una piel grasa sensible no. Y es común que una piel grasa sensible muestre signos de acné o rosácea.


Con respecto a nuestros productos, tenemos que revisar que no existan ingredientes que puedan causar exacerbación de las glándulas sebáceas como el aceite de coco o el aceite mineral, o ingredientes derivados de la bergamota, escualeno, aceite de borraja y de cártamo. Priorizar el uso de antioxidantes, árbol de té, zinc, azufre, niacinamida, ácido salicílico y otros ingredientes que ayuden a regular la secreción sebácea sin deshidratar la piel.



¿Ya sabes qué tipo de piel tienes?

Recuerda no solo enfocarte en el nivel de grasitud, sino también en los otros factores, especialmente la sensibilidad.

En Sokobox tenemos diferentes filtros para que halles lo más adecuado para tí, ya sea por tipo de piel, como por ingredientes o necesidad.



Nos vemos!


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