Limpiadores oleosos: el primer paso de tu rutina 🌙

Limpiadores oleosos: el primer paso de tu rutina 🌙

Si eres nuevx en la cosmética coreana, es posible que hayas escuchado sobre “la doble limpieza” y te hayas quedado con tremenda confusión al no comprender qué es, de qué se trata y por qué muchxs tienen a este paso de la rutina como el paso clave que fue life-changing.


En este paso de la doble limpieza nocturna, el uso de los limpiadores oleosos es lo que más causa dudas, asi que ahora te contaremos sobre su clasificación, sus usos y cómo usarlos.


¿Qué son?


Son productos de limpieza que tienen una formulación de base aceitosa, comúnmente donde su composición incluye aceites de origen botánico (especialmente de semillas), además de ésteres o sustancias que con su emoliencia, ayudan a dar la sensación lubricante que brindan los aceites. 


¿Qué hacen?


Estos limpiadores se utilizan en el primer paso de la limpieza nocturna porque su misma formulación es compatible con el sebo humano, con los productos de maquillaje, con protectores solares e incluso con sustancias difíciles de remover como partículas de contaminación y polvo. 


Dado que nuestra piel está recubierta por una emulsión llamada “barrera hidrolipídica” que tiene características hidrofóbicas, es normal que veamos que lavarnos con agua no logra remover nada de suciedad, pues esta barrera repele toda sustancia con base acuosa. Entonces, al utilizar primero un limpiador de base oleosa, lograremos liberar la suciedad y ablandar o disolver los aceites naturales de la piel. Incluso, si eres alguien que se maquilla, verás que este tipo de limpiadores puede remover tu maquillaje por completo, logrando prescindir de toallitas o desmaquillantes que al ser aplicados con algodón, sensibilizan el área de la piel por la fricción que se necesita.


Al limpiar suavemente la piel, dejan una capita protectora que ayudará a que el limpiador acuoso no destruya la barrera cutánea, por lo tanto, tu piel estará más protegida que si solo usaras un limpiador agresivo por sí solo, para retirar todas las impurezas.

Además, al actuar realizando esta limpieza profunda, verás que la apariencia de tus poros se nota mucho menos, al estar limpios, incluso previniendo la formación de comedones.



¿Qué tipo de limpiadores oleosos existen?



Si bien lo más masificado es el uso de limpiadores en formato líquido (aceite), también existen formatos como los bálsamos, cremas y aguas micelares. 


Aunque el agua micelar no es un aceite, el que contenga estas pequeñas partículas llamadas micelas, hace que cumpla una función similar a los aceites, ya que las micelas tienen la propiedad de poder atraer de forma similar a los componentes con base oleosa y a los que tienen base acuosa, logrando limpiar en una pasada la mayoría de la suciedad adherida y en otras pasadas adicionales, el maquillaje que tengas.


¿Cuál elegir? Si bien no existe una diferencia sustancial en la formulación de los aceites, te sugerimos que si valoras más la comodidad, elijas el formato bálsamo. Si lo que más aprecias es la relación precio/cantidad, entonces los aceites líquidos serán la mejor opción.


Nuestros recomendados en estas categorías son:


Agua Micelar


Low pH Niacinamide Micellar Cleanser Water Real Flower Cleansing Water Rose



Aceite 


Pore Cleansing Oil PHA Calamine Pore Control Cleansing Oil



Bálsamo


Orange Cleansing SherbetRadiance Cleansing Balm

 




¿Cuál es el mejor modo de utilizar estos limpiadores?




Toma nota de nuestras recomendaciones, ya que este paso a paso es lo esencial que necesitas aprender para poder realizar una limpieza oleosa a prueba de fallos.


1: Limpia tus manos: manos lavadas y secas es el punto de partida para comenzar a limpiar las impurezas adheridas.


2: Dispensa el producto en tus manos (o el agua micelar en los algodones): calienta el aceite o bálsamo y comienza a masajear suavemente, poniendo énfasis en zonas como nariz, mentón y ojos, si te maquillas.


3: Emulsiona: ¡paso clave!. Agrega un poquito de agua en tus manos y masajea. Verás que el aceite se torna en una sustancia lechosa, una emulsión. Masajea suavemente tu rostro con esa emulsión y verás que todo el resto del aceite se vuelve lechoso. 

¿Por qué hacemos esta emulsión? porque así podemos enjuagar de manera más fácil sin que el agua sea repelida por el aceite. Así dejaremos la piel limpia y sin rastros de aceite, que es un temor frecuente que tienen personas con piel grasa o con tendencia a formar lesiones acneicas.


4: Enjuaga y aplica el limpiador acuoso: ¡paso final!. Al enjuagar, el aceite deja una capita protectora hidratante sobre la piel. Esta capa ayudará a proteger la barrera cutánea, y de ese modo, cuando apliques el limpiador acuoso, pasarás a retirar los residuos que quedan, dejando la piel limpia, balanceada e hidratada. 






Así, finalmente tendrás en esos dos pasos, una piel limpia lista para la nutrición y regeneración nocturna!


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