¿Cuál es el mejor exfoliante para ti?

Comenzaste con una rutina básica de cuidado de tu piel, pero sientes que tu piel aún está un poco áspera, rugosa o poco luminosa? Lo que falta en tu rutina es un paso básico llamado exfoliación.

La exfoliación es un paso crucial en cualquier rutina básica de cuidado de la piel, especialmente si notas tu piel apagada o rugosa. Este proceso elimina las células muertas de la piel y acelera su descamación para revelar una tez más suave, luminosa e hidratada.

 A través de la exfoliación, despejamos el camino para la mejor absorción de otros productos para el cuidado de la piel y se promueve la regeneración celular, especialmente útil cuando ya estamos entrando en ese período complicado de la vida, cuando la piel muestra signos de envejecimiento prematuro como la deshidratación, opacidad, engrosamiento del estrato córneo (piel se siente más rugosa), aparición de arrugas, manchas y en general, signos asociados a un lento ciclo de renovación celular.

Principalmente en cosmética podemos encontrar dos tipos de exfoliación: la física o mecánica, y la química.

La exfoliación física o mecánica implica el uso de sustancias que contienen pequeñas partículas (gránulos) que se aplican a la piel y se esparcen mediante suaves movimientos circulares que friccionan, eliminando las células muertas y dejando una sensación de suavidad y la piel más luminosa.

Si bien es frecuente el uso de exfoliantes de cristales de azúcar o de cáscaras de frutos, no te recomendamos utilizarlos, por el riesgo que implica el poder presentar micro fisuras o cortes que pudieran empeorar el estado de salud de tu piel, especialmente si presentas patologías inflamatorias como el acné y la rosácea.

En su reemplazo, prefiere opciones más suaves como microesferas o peeling gel, productos especiales cuya formulación rica en extractos frutales y con carbomer que al contacto con la piel y el sebo, forman residuos como goma de borrar donde van también las células muertas más superficiales.

La exfoliación química por el contrario, no tiene relación con el frote, sino que con la aplicación de ciertas sustancias que logran despegar las uniones entre las células muertas, fomentando la descamación celular. La renovación que logran estas sustancias tiene más efectos a nivel piel que solo la suavidad y la luminosidad: mejoran los niveles de hidratación, estimulan la producción de colágeno y elastina, ayudan a la despigmentación de lesiones melánicas y regulan la secreción sebácea. 

Estas sustancias son los ácidos exfoliantes, de los cuales puedes leer en nuestro artículo “Ácidos exfoliantes: ¿Qué son, cuáles tipos existen y para qué sirven?”. 

Dentro de la exfoliación química también participan las enzimas, pero por ahora no nos detendremos en ese punto.

Ahora, la pregunta del millón es: ¿cuál es la mejor opción para ti y tu piel?

Bueno, eso depende de tus objetivos y de tu tipo de piel.

Si tu objetivo es simplemente dar más luminosidad y suavidad a tu piel, elige los exfoliantes de tipo mecánico. Su acción inmediata y superficial, dejará tu piel sintiéndose más suave al tacto y menos opaca.

Si deseas mejoras sustantivas en cuanto a despigmentar manchas melánicas, mejorar la apariencia de arrugas y la elasticidad de la piel, además de regular la secreción sebácea y dar solución a lesiones como los comedones cerrados y los puntos negros, entonces tu elección debieran ser los exfoliantes de tipo químico. 

Si tienes piel sensible o propensa al enrojecimiento: elige productos con PHA y LHA dependiendo del objetivo que quieras lograr, será lo más indicado para no aumentar la irritabilidad de tu piel.

Si tienes piel mixta o propensa al acné y a rosácea grasa: Los productos con ácido salicílico y LHA pueden ser tus mejores amigos, ya que ayudan a destapar los ostium y prevenir brotes acneicos.

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Si tienes manchas de origen solar o post lesiones acneicas, elige algún AHA o PHA. 

Recuerda que si son manchas “persistentes” será mejor elegir un producto con ácido glicólico e intercalar con algún retinoide como retinol o retinal y apoyar la despigmentación en el día con otros ingredientes como niacinamida, arbutina, glutatión y/o ácido tranexámico para mejores resultados. 

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Si lo que quieres mejorar es la apariencia de las arrugas o líneas de expresión (porque no, no podemos hacerlas desaparecer con cosméticos), utiliza AHA o PHA para acelerar el ciclo regenerativo celular y hacer que tu piel luzca más brillante, elástica y firme.

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En el caso que lidies con patologías como la queratosis pilaris tan frecuente en zonas como brazos o piernas, o incluso en mandíbula, la mejor opción es incluir un producto que contenga ácido salicílico, como el de Cosrx.

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Recomendaciones finales:

Independientemente del tipo de exfoliación que elijas, es importante no excederse y realizar la exfoliación con moderación, ya que un exceso de exfoliación puede provocar irritación y sensibilidad en la piel. Muchas veces se habla de “destruir la barrera cutánea” y eso es súper común.

Se recomienda exfoliar la piel una o dos veces por semana, dependiendo de la tolerancia individual de la piel. ¡No queremos irritar esa piel preciosa que tienes!

Fotosensibilidad: de todos estos ácidos, los AHA son los de más cuidado, utilízalos solo de noche y siempre aplica protector solar en el día. LHA, PHA y salicílico pueden ser usados de día sin riesgo a causar manchas.

Hidratación es clave: Después de exfoliar, asegúrate de hidratar bien tu piel con tu producto hidratante favorito para mantenerla suave y radiante, ¡no te olvides de las ceramidas y el colesterol!.

Protector solar, siempre: La exfoliación física y la exfoliación química con ácidos AHA dejan tu piel más sensible al sol, así que no olvides aplicar protector solar todos los días, incluso en los días nublados.

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Dale un nuevo brillo a tu piel con una adecuada exfoliación ✨