¿Es purga o es reacción? aprende la diferencia

Considerando que existen 16 tipos de piel según la Dermatóloga Leslie Baumann, y que estos biotipos no abarcan las particularidades de cada piel en cuanto a las alergias, intolerancias o posibles irritaciones, es muy posible que cada vez que probemos un nuevo producto nuestra piel esté propensa a sufrir algún efecto adverso como irritación, alergias o sensibilidad. 

Aún así, es necesario que sepas que hay una categoría especial de ingredientes que dentro de los efectos esperados, producen una reacción llamada “Purga”, que es totalmente normal y esperada. ¿Sabías de su existencia?.

Ahora mismo te contaremos qué es la purga y cómo puedes diferenciarla de otro efecto adverso llamado “reacción”, que no es nada esperado (y que esperamos que nunca pases por él).

Purga

Cada vez que comenzamos con un nuevo régimen de rutina o sumamos productos que aumenten la capacidad de renovación de la piel más allá de su ciclo normal de recambio (en inglés, es llamado “Turn over cycle”), nuestra piel normalmente puede empeorar temporalmente antes de mejorar. Esto puede ocurrir principalmente con productos que contienen ingredientes como ácidos exfoliantes o retinoides.

Durante la purga, es posible que notes un aumento en los brotes, enrojecimiento, descamación o sensibilidad en tu piel. Esto ocurre porque estos ingredientes aceleran el ciclo de renovación celular de la piel, lo que puede llevar a la expulsión de impurezas y a una mayor rapidez en la curación de imperfecciones existentes. Sin embargo, este proceso suele ser temporal y puede durar desde unas pocas semanas hasta un par de meses, dependiendo de la persona y de la severidad de la purga.

¿Cuál es la explicación tras este proceso?

Aceleración del ciclo de renovación celular: Al introducir productos con ingredientes activos como ácidos exfoliantes (por ejemplo, ácido glicólico, ácido salicílico) o retinoides (como el retinol), se acelera el proceso natural de renovación celular de la piel. Esto significa que las células muertas de la piel se eliminan más rápidamente de lo normal y como resultado, las impurezas y bloqueos que estaban presentes en las capas más profundas de la piel pueden ser empujadas hacia la superficie, lo que puede causar brotes o empeoramiento temporal de la condición de la piel.

Desprendimiento de células muertas: Los ácidos exfoliantes y los retinoides también pueden ayudar a aflojar y desprender las células muertas de la piel, lo que puede revelar imperfecciones subyacentes que estaban ocultas antes de comenzar con tus nuevos productos. Este proceso puede hacer que la piel parezca peor antes de mejorar, ya que las imperfecciones emergen a la superficie.

Reacción inflamatoria inicial: Algunos ingredientes activos, como los retinoides, pueden desencadenar una respuesta inflamatoria en la piel cuando se introducen por primera vez. Esto puede manifestarse como enrojecimiento, irritación o descamación, lo que puede contribuir temporalmente a un aspecto menos saludable de la piel.

Adaptación de la piel: en algunos casos, la piel puede necesitar tiempo para adaptarse a los nuevos productos y a los ingredientes activos que contienen. Durante este período de adaptación, es posible que experimentes cambios temporales en la condición de tu piel.

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¿Y la reacción? ¿Cómo identificarla?

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Es importante distinguir entre una purga y una reacción adversa a un producto. 

Si al momento de añadir un producto, notas ciertos signos como ardor, irritación, inflamación (ronchas), y urticaria, es señal de que estás pasando por una reacción al producto, y ésta puede ser de tipo irritativa o alérgica.

Una reacción alérgica ocurre cuando el sistema inmunológico reacciona de manera exagerada a una sustancia específica, considerándola una amenaza. Esto desencadena una respuesta alérgica que puede incluir síntomas como picazón intensa, enrojecimiento, inflamación y posiblemente ampollas. 

La reacción irritativa en cambio, sucede cuando una sustancia irritante entra en contacto directo con la piel y causa una respuesta localizada en la zona afectada. Esta reacción puede provocar enrojecimiento, irritación, ardor y, en algunos casos, descamación.

Además, los síntomas de una reacción alérgica tienden a persistir y pueden empeorar con el tiempo si continúas en contacto con la sustancia alergénica. Los efectos de una reacción irritativa suelen ser más leves y tienden a desaparecer una vez que se elimina la exposición al irritante.

Las reacciones también suelen producirse en un período de tiempo menor a la purga: pueden ser inmediatas en el caso de las reacciones irritativas o en 24 a 72 horas en el caso de reacciones alérgicas. 

Te recomendamos que, cada vez que quieras sumar un nuevo producto a tu rutina, realices el Test de Parche, para descartar alergias o irritaciones.

Cómo diferenciarla de la purga

Ubicación: La purga tiende a ocurrir en áreas donde ya tienes problemas de piel preexistentes, como poros obstruidos o acné subyacente. Si los brotes aparecen principalmente en áreas problemáticas conocidas, es más probable que sea una purga y no una reacción irritativa o alérgica.

Duración: La purga suele ser un proceso temporal y puede durar entre unas pocas semanas y un par de meses. Si los síntomas persisten o empeoran significativamente más allá de este período, es más probable que se trate de una reacción adversa a un producto.

Síntomas: Durante la purga, es común experimentar brotes, enrojecimiento, descamación o sensibilidad en la piel. Estos síntomas suelen ser leves a moderados y no suelen incluir reacciones severas como picazón extrema, quemaduras, hinchazón o ampollas. Si experimentas alguno de estos síntomas más graves, es probable que sea una reacción adversa y no una purga.

Productos nuevos: Si has introducido recientemente nuevos productos en tu rutina de cuidado de la piel, especialmente aquellos que contienen ingredientes activos como ácidos exfoliantes o retinoides, es más probable que cualquier cambio repentino en tu piel sea una purga en lugar de una reacción adversa.

Si estás en duda acerca de si estás experimentando una purga o una reacción adversa, es mejor dejar de usar el producto y buscar la opinión de un dermatólogo. Un dermatólogo podrá evaluar tu piel y proporcionar orientación sobre el mejor curso de acción a seguir. Recuerda que tu piel es un órgano, y no un accesorio, y por lo tanto todo lo que no vaya de acuerdo a la “normalidad” es tema dermatológico.