¿Rosácea y/o acné? ¡Conoce nuestras recomendaciones!
Las pieles con rosácea y acné son pieles que necesitan ser tratadas con mucho cuidado y personalización, pues estas enfermedades tienen ciertos factores desencadenantes que suelen tener carácter muy personal (emociones, estrés, condiciones de sueño o de alimentación a veces, o irritación frente a sustancias).
Además, son pieles que tienden a la inflamación, por lo que todo lo que hagamos, tiene que ser considerando que necesitamos mantener la sensibilidad en control y que por más que la enfermedad pueda estar pasando por un buen momento, cuando hablamos de rosácea se nos olvida que es una enfermedad crónica y que con respecto al acné, si bien se cura, tiende a recaer de tanto en tanto.
Recuerda que, como enfermedades, lo primero siempre es el control con el médico dermatólogo.
Una vez que diagnostique tu caso y te dé las indicaciones para cuidar de tu piel en casa, es importante que mantengas una rutina que complemente el tratamiento con medicamentos. Trata de mencionar a tu médico si usas nuestros productos para que te indique si puedes usarlos durante el tratamiento, o si debes esperar.
¿Qué hacer?
Si bien la rosácea y el acné son dos enfermedades con un factor inflamatorio importante, tenemos que distinguirlas y separarlas pues en la rosácea esta inflamación no se da por un único motivo.
En acné la inflamación se da por la congestión de los ostium (orificio de salida del sebo) por la acumulación de células muertas que genera aumento en la carga microbiana de bacterias, ácaro y hongos. Por lo tanto, para reducir esta inflamación lo que debemos hacer es utilizar productos que contengan ácido salicílico o su derivado capryloyl salicylic acid para exfoliar o “destapar” esos ostium y limpiarlos en su interior. Otros ingredientes que potencian la acción del ácido salicílico son niacinamida, zinc PCA, azufre, aceite de árbol de té y uno de sus terpenos -4-Terpineol- y otros antioxidantes como la centella asiática, regaliz y azuleno.
En rosácea, la inflamación se da por varias causas: una involucra el exceso de secreción sebácea en la rosácea grasa (similar al acné), otra implica el aumento de la vascularización por desencadenantes ambientales (rayos uv, calor o frío, alérgenos, contaminación) y emocionales que dan lugar a la rojez o eritema repentino, que trae consigo la sensación de calor y ardor por una barrera cutánea alterada que no funciona adecuadamente, que es más típico de rosácea seca.
Otras, vienen asociadas a la inflamación interna por liberación de citoquinas inflamatorias (células mensajeras que indican que debe existir inflamación como medida de alerta) a causa de colonización microbiana, por alérgenos, e incluso por la misma respuesta inmunitaria de las células de nuestro cuerpo y piel.
Por esto, es que si bien con cosméticos podemos ayudar a desinflamar y descongestionar la piel, esto será solo a nivel superficial y no puede reemplazar el gran efecto interno que tienen medicamentos recetados por tu dermatólogo, ya sean antibióticos, antiparasitarios (para tratar la población de demodex) o de retinoides para disminuir la actividad sebácea de las glándulas. Los cosméticos son una ayuda, mas no el tratamiento.
En este sentido, con cosméticos nuestro foco es calmar la piel. Para ello usaremos ingredientes que tienen propiedades antioxidantes y con ello ayudan a reducir esta respuesta inflamatoria de la piel. Ingredientes como Aloe vera, Centella asiática, Regaliz, Guaiazuleno, Zinc, Niacinamida, Fermentos, Manzanilla y Houttuynia Cordata tienen efecto benéfico en reducir los síntomas más superficiales de sensibilidad e irritación.
Cuando el problema está relacionado a la inflamación por causa de congestión de los comedones (secreción sebácea), entonces nuestro foco será el mismo que realizamos para el acné.
Recuerda que, dado que en ambas enfermedades hay un factor de sensibilidad asociado, es mejor que elijas productos que no sean abrasivos con tu piel, que en lo posible no contengan alcohol en grandes cantidades para no deshidratar o sensibilizar aún más tu piel, y si ya tienes identificados ingredientes específicos que sabes que te causan irritación o alergias, los evites.
Otro tip que podemos darte, es que seas gentil con tu piel y no olvides que menos es más.
Prioriza rutinas cortas, calmantes y efectivas. Lo importante es que realices tu rutina dos veces al día y que en ella tengas:
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Un buen limpiador (pH 5.5) que sea capaz de respetar tu barrera cutánea. En el día un limpiador acuoso y en la noche realizar la doble limpieza es un paso beneficioso pues reduce la irritación causada por el frote.
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Un producto hidratante para incrementar el aporte de agua y lípidos a la piel y así mejorar la función barrera debilitada.
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Un producto antioxidante para calmar el proceso inflamatorio en la superficie.
- Un protector solar en el día para reducir el impacto que los rayos solares y la contaminación tienen en tu piel.
Nuestras recomendaciones
Exfoliantes con ácido salicílico y/o LHA (capryloyl salicylic acid)
Limpiadores aptos
Esencia / Serums antioxidantes calmantes
Hidratantes
Protector Solar
Recuerda que cada piel es un mundo aparte y que en el caso de estas dos enfermedades, es clave que tu rutina sirva para complementar las indicaciones de tu médico.
Cuéntanos, ¿cuál es tu producto favorito para calmar los sintomas de tu acné o de tu rosácea?
2 comentarios
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Juana Lara Sanzana el
Gracias por los consejos Hacen 25 años que tengo rosácea cuando tengo brotes uso. Ivercrem con receta médica y todos los días bloqueador solar Euserin Factor 50 tengo 75 años gracias. Bendiciones
Gracias por los consejos Hacen 25 años que tengo rosácea cuando tengo brotes uso. Ivercrem con receta médica y todos los días bloqueador solar Euserin Factor 50 tengo 75 años gracias. Bendiciones